Código de Ética.

I. El Sentido del Oficio

Nuestro oficio no es sólo ejercer el Derecho: es cultivar la justicia con elegancia, precisión y carácter.

Servimos a nuestros clientes con la misma dedicación con la que un maestro artesano trabaja su materia prima: con paciencia, respeto y atención en cada detalle.

II. Nuestros Principios Esenciales

Integridad: La verdad es nuestra materia prima. No la moldeamos, la honramos.

Independencia: Pensamos y actuamos con libertad, sin someternos a intereses ajenos a la justicia o a la ética.

Discreción: Guardamos silencio cuando el silencio protege.

Excelencia: Buscamos la perfección no como meta, sino como hábito.

Respeto: El trato digno y la cortesía son nuestra lengua común, incluso en la confrontación.

Responsabilidad social: Entendemos que servir al Derecho es también servir al bien común.

III. La Relación con Nuestros Clientes

Recibimos la confianza de nuestros clientes como quien recibe una llave: con gratitud y cuidado.

Les hablamos con claridad, sin artificios, y les decimos lo que necesitan saber, no lo que desean oír.

Nuestros honorarios reflejan el valor real de nuestro trabajo —ni menos, ni más— y siempre se expresan con transparencia.

La confidencialidad no es una cláusula: es un compromiso.

IV. La Relación con Nuestros Colegas

Competimos sólo en la excelencia, jamás en la deslealtad.

Reconocemos el mérito ajeno y aprendemos de él.

El respeto entre abogados no es cortesía, es estructura: sin él, el Derecho se desmorona.

V. La Relación con las Autoridades y la Justicia

Nos dirigimos a los tribunales con la reverencia que merece la casa de la ley.

Y cuando disentimos, lo hacemos con decoro y fundamento, porque el respeto es también una forma de inteligencia.

VI. Confidencialidad y Discreción

El secreto profesional no es un límite, es una virtud.

Protegemos la información de nuestros clientes con el mismo esmero con que un artesano cuida su obra.

No hay confidencia menor ni documento trivial: todo lo que nos confían es, por principio, sagrado.

VII. Honorarios y Conducta Financiera

El valor de nuestro trabajo no se mide por horas, sino por confianza.

Nuestros honorarios se fijan con transparencia y proporcionalidad.

Rechazamos cualquier pago o beneficio que comprometa nuestra independencia.

VIII. Comunicación y Presencia Pública

Nuestra reputación se construye en los hechos, no en la autopromoción.

Comunicamos con sobriedad, nunca con estridencia.

Nuestra imagen pública debe reflejar nuestra esencia: discreción, rigor y excelencia.

IX. Cumplimiento y Honor Interno

Cada miembro de este estudio legal comparte una misma promesa: respetar este Código no por obligación, sino por convicción.

Cuando se comete una falta, se corrige; y, cuando se advierte un error, se asume.

X. Epílogo

No hay ley sin honor, ni cliente sin confianza.

Nuestro legado será la huella de nuestra conducta.

Cada abogado que lleva el nombre de este estudio legal se compromete a ejercer su oficio con la nobleza de quien trabaja con las manos limpias y la conciencia en calma.